Por: Darío Macías
Alemania empata 1-1 de último minuto contra Suiza para pasar primero de grupo en la Eurocopa 2024.
En un emocionante desenlace, Alemania aseguró su pase como primero de grupo en la Eurocopa al empatar 1-1 con Suiza, manteniendo su invicto en el torneo.
El empate llegó en el minuto 92, cuando Niclas Füllkrug, como un relojero ajustando el mecanismo perfecto, conectó un certero cabezazo que se incrustó en el ángulo, inalcanzable para el guardameta suizo. Este gol agónico, una chispa en la oscuridad, no solo selló el empate, sino que también aseguró la primera posición del grupo para Alemania, reafirmando su invencibilidad y su robustez de cara a las fases eliminatorias.
Como un comodín en una baraja, Füllkrug ha sido el as guardado en la manga de Julian Nagelsmann. Con solo 75 minutos jugados en tres partidos, el delantero del Dortmund ha dejado su marca imborrable, anotando dos goles vitales desde el banquillo. Su presencia en el campo es como un rayo en una tormenta, impredecible y letal, capaz de cambiar el curso del partido en un instante.
Suiza se adelantó en el minuto 28 con un gol de Dan Ndoye, quien, como un halcón liberándose de su cazador, dejó atrás la marca de Jonathan Tah y aprovechó un pase diagonal bombeado para rematar solo ante Manuel Neuer y abrir el marcador. Sin embargo, los alemanes, como guerreros incansables, demostraron su característico espíritu de lucha hasta el último instante.
El resultado deja a Suiza con un sabor agridulce, como un vino añejo que no acaba de complacer el paladar. Aunque lograron mantener a raya a uno de los titanes del torneo, la igualdad no fue suficiente para evitar la supremacía germana en el grupo. No obstante, Suiza, como un barco que navega en mares turbulentos, también avanza a la siguiente fase, aunque en la segunda posición del grupo. Alemania, por su parte, sigue mostrando por qué es una máquina bien aceitada, capaz de resolver partidos incluso en los momentos más críticos.
El empate heroico en el último suspiro no solo colocó a los “Teutones” en la cima del grupo como un faro brillante en aguas turbulentas, sino que también la consagró como una de las joyas más preciadas de esta Euro 2024. Como anfitriones, los alemanes han forjado su equipo como un escudo impenetrable y una espada afilada, capaces de desafiar cualquier adversidad con gracia y determinación. Ahora, están en espera, como un halcón en reposo antes del vuelo, preparados para enfrentar a su rival en los octavos de final y continuar su marcha hacia la gloria continental en su propio suelo.
Agencia JRF 