Rodríguez, Bagwell y Raines los nuevos inmortales del rey

Por: Andrés Flores / Licenciatura JRF.

Cooperstown abre sus puertas a los nuevos inmortales del beisbol. Iván Rodríguez, Jeff Bagwell y Tim Raines aumentarán el número de leyendas a 317 en el museo más importante del beisbol. Con un discurso en el Clark Sport Center y ante la mirada de legendarios peloteros como Hank Aaron, Jonnhy Bench, Sandy Koufax y muchos más; los nuevos miembros del Salón de la Fama recibirán su placa que los avala como leyendas del pasatiempo favorito de América. La fiesta del beisbol también incluirá al ex comisionado Bud Selig, así como al ex presidente de los Atlanta Braves, Jonh Schuerholz. 
Iván Rodríguez: El Brazo de Oro

Rodríguez es quizá el mejor receptor en la historia de las Grandes Ligas, una legendaria carrera que comenzó en 1991 a la edad de 19 años con los Rangers de Texas. Antes de su debut, fue descubierto por los scouts mientras jugaba beisbol en la preparatoria Lino Padrón Rivera en su natal Puerto Rico. Con 16 años firmó contrato para la novena Texana y tras dos años y medio en los equipos de Gastonia, Charlotte y Tulsa, todos ellos de Ligas Menores, llegó el ansiado momento de jugar en la Gran Carpa. El 20 de Junio fue la fecha elegida por el destino para que el ´Pudge´ consiguiera su primer hit, junto a un par de carreras impulsadas en el primero de sus 2543 juegos como profesional. Tras 21 años de carrera y cinco de espera, recibió el apoyo del 76 por ciento de los periodistas con derecho a voto para ingresar a Cooperstown. 

El puertorriqueño jugó 11 años consecutivos con Texas, consiguiendo en 10 de ellos, ser seleccionado al Juego de Estrellas y ser elegido como el mejor catcher defensivo de la Liga Americana; además, terminaría su carrera con 13 Guantes de Oro, el número más alto para cualquier jugador en su posición en la historia de la MLB. De igual manera, recibió seis bates de plata como el mejor jugador ofensivo entre los receptores del Joven Circuito. La mejor temporada de Rodríguez fue en 1999 cuando con 35 Home Runs, 113 carreras impulsadas y un promedio de bateo de .332, fue nombrado como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

Rodríguez terminó su carrera con 2,427 partidos detrás del plato, el número más alto en la historia, además de ser el catcher con más elecciones al Juego de Estrellas con 14 apariciones. Es el líder absoluto en Hits (2,844) para un jugador con por lo menos el 50 por ciento de sus partidos como receptor y es también el quinto mejor con sus 1,332 carreras producidas. Entre sus números se encuentran de igual manera sus 572 Dobles, así como sus 311 cuadrangulares. El mayor premio a su carrera llegó en 2003, cuando obtuvo el MVP en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y ganó la Serie Mundial sobre los Yankees, todo esto mientras vestía el uniforme de los Florida Marlins.

El ´Pudge´ fue también el catcher en el juego perfecto de Kenny Rogers en 1994, así como el partido sin hit de Justin Verlander en 2007.  

Jeff Bagwell: Una Leyenda Poco Ortodoxa

Jeff Bagwell, el prospecto de los Red Sox que jugó toda su carrera con los Astros. La historia es bien conocida, seleccionado por la novena de Boston en la cuarta ronda del Draft de 1989; un sueño cumplido para el joven Bagwell que había pasado toda su infancia admirando a las Medias Rojas. Durante dos años completos en las Ligas Menores, el primera base tuvo un promedio de bateo por encima del mágico .300 y solamente 6 vuelacercas. Sin embargo, en 1990 fue enviado a Houston a cambio de un relevista de 37 años llamado Larry Andersen. Un año después comenzaría una carrera de 15 temporadas, con 12 de espera antes de recibir el 87 por ciento de los votos que le abren hoy las puertas de Cooperstown.

Bagwell se convirtió en el Novato del Año de 1991 con una temporada de 15 Home Runs, 82 carreras producidas y un promedio de bateo de .294, marcando el camino hacia sus tres bates de plata y cuatro elecciones al Juego de Estrellas como miembro de los Astros. En 1994 fue elegido como el MVP de la Liga Nacional gracias a su línea estadística de .368AVG/39HR/116RBI; además de 32 Dobles y 15 bases robadas, siendo también elegido como el mejor jugador defensivo del Viejo Circuito en la primera base. Con tres temporadas de 40 o más vuelacercas, así como tres más con 39 cuadrangulares, Bagwell, con todo y su extraña y efectiva postura en la caja de bateo, terminó su carrera con 449 Home Runs.

La carrera de Bagwell terminó en el máximo escenario del beisbol, la Serie Mundial, donde cayó junto a los Astros frente a White Sox en 2005. De ese modo y tras 2,314 imparables, 202 bases robadas y 488 dobles, se une a un selecto grupo de inmortales con su placa en Cooperstown.  

Tim Raines: Volando Hacia Cooperstown 

Rickey Henderson es el jugador con más bases robadas en la historia del beisbol, pero Tim Raines es el ladrón más efectivo de todos los tiempos. Raines comenzó su carrera en 1979 con los Expos de Montreal, pero fue hasta 1981 cuando vivió su primera temporada completa en las Ligas Mayores, año en el que se robó 71 bases, muestra inequívoca de su gran velocidad; además de quedar en segundo lugar en la votación de novato del año, solo por detrás del mexicano Fernando Valenzuela. Tras 23 años como jugador profesional y vestir los uniformes de White Sox, Yankees, Oakland, Marlins y Orioles; Raines acumuló 808 estafas en 954 intentos, el porcentaje de éxito más grande por cualquier jugador con 400 o más robos.

Raines ganó la Serie Mundial de 1996 con los Bombarderos del Bronx junto a Derek Jeter, Tino Martínez, Bernie Williams, Mariano Rivera, Andy Pettitte y compañía, siendo parte también del equipo campeón en 1998. Tras conquistar el trofeo más importante del beisbol firmó con Oakland, sin embargo, fue diagnosticado con Lupus, perdiéndose el resto de la campaña de 1999, así como la actividad de la temporada del 2000. Raines encontró la fuerza para regresar a las Grandes Ligas con 41 años de edad, robando su última base donde todo comenzó, con los Expos de Montreal. 

El veloz jardinero izquierdo fue seleccionado en siete ocasiones al Juego de Estrellas, siendo el MVP del evento en 1987. Entre otro de sus logros se encuentra su título de bateo con un promedio de .334 en 1986, temporada en que conectó 194 de sus 2,605 imparables de por vida. Tras su retiro en 2002, Raines ingresó a la boleta de candidatos en 2007 y finalmente en su décima y última oportunidad de ser elegido para ocupar un sitio entre los inmortales; el hombre que por años fue la peor pesadilla de lanzadores y receptores, recibió un 86 por ciento de votos a favor, cumpliendo su sueño de convertirse en un miembro del Salón de la Fama.

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